Vivienda

En la vivienda, cada persona recibe una atención personalizada basada en una “planificación centrada en la persona” mediante la cual se priorizan y concretan las diversas dimensiones de calidad de vida (bienestar físico y emocional, desarrollo personal, relaciones e inclusión social, elección y toma de decisiones...) en función de sus necesidades y preferencias.

En la vivienda se proporciona una atención integral, garantizando una oferta de 24 horas al día los 365 días del año, para promover la calidad de vida de las personas usuarias de la misma.

La dinámica de las viviendas y la estructura física están pensadas para que las personas usuarias se sientan como en su casa, haciendo realidad el objetivo de pertenecer y tener un hogar propio. De esta manera el ritmo y la intervención profesional se adaptan a las necesidades de cada una de ellas, priorizando su bienestar y su máxima calidad de vida.

Se realizan actividades diversas a lo largo del día y cada persona usuaria participa en ellas según sus posibilidades, elecciones y necesidades (actividades terapeúticas, de ocio, formativas, etc)